Aprovechando que teníamos al fin en nuestras manos el GPS, nos decidimos a ir a probarlo por San Mamede. Como ya sabréis, es una montaña a la que ya hemos ido en varias ocasiones, pero como hay tantas pistas, siempre se encuentran lugares nuevos. Y esta vez, ayudados por la tecnología, no había excusa para probar nuevos senderos. Y la verdad que no nos defraudó para nada ni el GPS ni el cambio de perspectiva. La única pega del día es que hacía muchísimo calor y acabamos al borde de la insolación!

Os dejamos unas fotillos del día.

Ayer subimos a Cabeza de Manzaneda. Como en el puente de los Magostos tenemos pensado ir unos días a Asturias, queríamos practicar un poco por la alta montaña gallega. Toda la información de la ruta la podéis ver al detalle en la página Altimetrías, que nos sirvió de guía. (Sólo tenéis que clickar donde dice "Cabeza de Manzaneda").

Tuvimos mucha suerte ya que hacía un día estupendo y sólo al llegar a la cumbre llegaron las nubes y el frío. Al menos en la estación de montaña hay un bar donde uno puede reponer fuerzas para luego emprender la bajada. La subida fue bastante dura, especialmente una vez que se pasa el pueblo de Manzaneda. A partir de ahí la subida deja de ser tendida y se convierte en subida tendida con rampas de aupa. Eso si, luego la bajada es un placer; aunque nosotros no nos pudimos para mucho ya que como salimos un poco tarde por la mañana, temíamos que se nos hiciese de noche y bajamos bastante rápidos.

Ayer fuimos a San Mamede, y en esta ocasión no había nieve así que pudimos llegar a la cumbre. Además esta vez fuimos por una ruta distinta, partiendo desde el embalse de Chandrexa de Queixa. Aquí os dejamos algunas fotos:

Aprovechando el intervalo que nos ofrecía el mal tiempo, nos decidimos a adentrarnos en la "alta montaña" gallega. Así que el sábado tempranito metimos las bicis en el coche  y recorrimos los 40 kms que nos separan de Gabín, una pequeña aldea situada al pie de la Sierra de San Mamed. Un macizo de 1600mtrs de altura, con bonitos bosques y paisajes, y pequeños regatos (riachuelos) que bajan de la montaña. En este lugar se puede ver abundante pero esquiva fauna: corzos, jabalíes, liebres, ardillas... e incluso algún que otro lobo que han reintroducido en los últimos años. La zona ofrece multitud de rutas y pistas por las que ciclar; con duras pendientes pero agradables descensos a la vuelta. Las pistas no tienen una gran dificultad técnica salvo en algunos puntos en los que el agua cruza el camino. Debido a la nieve, no pudimos completar la ruta y llegar a la cima. Nos quedamos a unos 2 kms, con lo que hicimos un total de 32 kms. (16 para arriba y 16 para abajo). Aquí os dejamos algunas fotos.