Costa norte gallega

Pontemera- Viveiro 1

Caballo salvaje en la Serra da Capelada
Caballo salvaje en la Serra da Capelada

Jueves 1

La noche anterior nos habíamos ido a Coruña así que allí nos levantamos. Cogimos el coche en dirección a Ferrol aunque nuestro objetivo final era Pontemera, donde el tren nos dejaría a nuestro regreso. Dejamos allí el coche, no sin pena, (un abrazo, Hugo) y montamos las bicis. Mientras, el cielo se encapotaba cada vez más y de hecho para cuando estuvimos dispuestos, comenzaron a caer unas gotas. Iniciamos nuestro camino en dirección a Cedeira. 10 kilómetros muy cómodos con algún que otro repecho pero con bastantes bajaditas. Nada más entrar en Cedeira, cruce a la derecha en dirección San Andrés  de Teixido, que en Galicia decimos que vai de morto o que non vai de vivo, frase que nosotros cambiamos por San Andrés de Teixido, quen vai de vivo chega afundido. La razón: de Cedeira a la cima de la Serra da Capelada hay casi 700 metros de desnivel en apenas 15 kilómetros. Eso sí, aunque la primera parte transcurre por un túnel de eucaliptos, según vas subiendo el puerto se va abriendo y las vistas comienzan a compensar el esfuerzo. Es un puerto muy duro, con un descansillo de un kilómetro y medio; con rampas muy duras a tramos de 700-800 metros. En esta sierra hay muchísimos caballos salvajes y vacas en semi-libertad. Los acantilados que van desde la Serra de Capelada hasta el mar son los más altos de la Europa occidental, sólo los superan algunos fiordos noruegos. Digamos que es nuestra particular Irlanda a la gallega.

La bajada es trepidante y en menos de 8 kilómetros bajas lo que antes subiste en 15 para llegar a Cariño, el último pueblo antes del Cabo Ortegal.

 

 

Viernes 2

Tras desayunar como campeones en el hostal A Pedra (donde nos trataron estupendamente) y tras un par de paraditas de rigor en el pueblo para compara pan, chorizo y frutos secos.... emprendimos de nuevo la ruta en dirección al Cabo Ortegal. 7 kilómetros con rampas parecidas a las del día anterior (durísimas) eso sí, serían las últimas del viaje. Llegamos al Cabo sisn mayor novedad, más que el sofocón. Tuvimos suerte pues el día era despejadísimo y podíamos ver a un lado Estaca de Bares, nuestro particular Cabo Norte, y al otro los verdes acantilados de la Capelada. Paramos un rato absorto por el paisaje y de nuevo a la bici dirección Ortigueira, Santa Marta tiene tren, Santa Marta tiene tren pero no tiene tranvía (typicall galician song).

De camino nos paramos a comer en un área recreativa. Un placer comer tirados en la hierba con el solecito calentando, pero no quemando, y con unas bonitas vistas de la ría de Ortigueira. Al llegar a Ortigueira decidimos ir a la playa donde se celebra el Festival, lugar de peregrinación para miles de jóvenes gallegos y de más lejos amigos del folk y de las grandes fiestas. Estuvimos un ratito por la playa y el pinar donde se acampa y recorrimos los últimos 20 kilómetros que nos separaban de Porto do Barqueiro.

 

Pontemera-Viveiro 2

Estaca de Bares
Estaca de Bares

Sábado 3

Nos levantamos y salimos a desayunar. Bajamos hasta el puerto y allí cogemos fuerzas mientras disfrutamos de la bonita vista. Nos ponemos de nuevo en camino, pero esta vez hacia Estaca de Bares. En esta ocasión el camino es bastante llevadero. Llegamos hasta el Cabo y bastantes turista así que esperamos a que se vaya la excursión de turno y después vamos hasta el piquito del cabo. Merodeamos un poco por allí disfrutando del panorama y nos dirigimos hacia una base militar estadounidense que hay allí al lado. Hace años que está abandonada así que es bastante siniestra, pero la vista es igual de buena que desde el faro y no hay tanta gente, así que nos tomamos un pinchito y nos preparamos para volver sobre nuestros pasos.  De vuelta a o Barqueiro y continuamos hacia Cerdido, ya en la provincia de Lugo. Al pasar de ría a ría no se bordea por la costa, si no que se sube y se baja, así que nos pasamos el resto del dia repecho va-repecho viene, pero sin mayor complicación. En cada alto suele haber un merendero o mirador para poder deleitarte con la vista de la ría. Eso sí, lo sde que funcione la fuente ya es otra historia! Llegamos a la playa de Area Grande y hace una temperatura tan agradable que por un momento nos tienta meternos en el agua, pero al final nos tiramos un rato a la sombra y ya se nos pasan los calores. De allí nos vamos directos a Viveiro, el último punto del viaje.

 

 

Domingo 4

Ya toca regresar a casa. Nos cogemos el FEVE que nos lleva hasta Pontemera y de allí ya en coche de vuelta al pozo (a Ourense, vamos).

 

Nuestro segundo viaje ha llegado a su fin. Yo creo que ya le estamos cogiendo el tranganillo porque nos fue incluso mejor que el primero. Un poco más costoso pero la verdad es que merecía la pena. A ver a dónde nos toca la próxima vez... No nos quedan puentes pero ya tenemos un par de rutas de fin de semana miradas. Y en Agosto.... El Gran Reto.